
miércoles, 24 de noviembre de 2010
martes, 14 de septiembre de 2010
El Cuento del Sabio Chino y el alacrán

martes, 7 de septiembre de 2010
Recuerdo de SERUMs (1)
lunes, 6 de septiembre de 2010
Comunicación entre padre e hijo

Hoy un señor fue a una tienda de vídeos (osea una tiendita pirata pes) con su niño pequeño, el cual tenía como cuatro años y no sabia comunicar lo que quería. El niño le señalaba un vídeo y decía "quiero", el papá lo hacía probar, "ya tengo" decía el pequeño, "quiero éste", (señalando otro) probaban otro, "ya tengo este" decía el niño... entonces me doy cuenta de la escena y que el niño señalaba los vídeos de Ben10, entonces le pregunto "¿tú quieres Ben 10 la serie, Ben 10 la película o Ben 10 alien force?" El niño dijo "alien force", y le digo al vendedor "¿tiene ben 10 Alien Force?" el vendendor entonces, me mira desconcertado, pero le consulta ahora a su hijo que estaba en la tiendita de al frente, y el muchacho raudo saca el deseado Ben 10 Alien Force, lo prueba, el niño puso una cara de alegría, y papá e hijo se van contentos. El papá nunca iba a saber lo que quería su niño. O se iba a demorar una vida. Me imagino que hubiera sido mejor que el niño supiera expresarse y que le atendiera el hijo del vendedor.
miércoles, 21 de julio de 2010
sábado, 10 de abril de 2010
miércoles, 24 de febrero de 2010
El Gatito Que Podía Hablar.

Cierto día que estaba paseando por un parque, vio muchos perros que jugaban también con sus amos, y se puso un poco triste también, pero la tristeza se le fue cuando los perros comenzaron a perseguirle, el gatito corrió rápido y se subió a un árbol. Desde allí le comenzó a preguntar a los perros como hacer para hablar con los humanos, los perros no quisieron responder a su pregunta, tan sólo le gritaban ¡te vamos a atrapar! Pero vinieron sus amos y se llevaron a los perros, el gatito se escondió para que los humanos no lo vieran. Entonces el gatito bajó del árbol saltando y cuando cayó al suelo lo rodearon unos perros callejeros que le dijeron ¡ahora te vamos a comer!, pero justo en ese momento vino el señor de la perrera y los atrapó a todos con una red como de pescar. Los perros cuando se vieron atrapados tenían la mirada fija y no hablaban más. El gatito en cambio comenzó a pedir ayuda, ¡Auxilio! ¡Socorro! ¡Suéltenme! Y fue entonces cuando el señor de la perrera lo miró con interés, el gatito pensó ¡Uy para que hable! Y el hombre lo tomó por el lomo y lo levantó y le dijo: contigo voy a hacer dinero. Y lo llevó a él a una tienda de mascotas, donde lo vendió y se quedó.
Al otro día un niño pasó y lo vio por el mostrador. Se quedó enamorado del gatito, le gustaba su piel de tigrillo. Pero el gatito vio que el vendedor quería vendérselo a un precio muy alto y el pensó, seguro es porque puedo hablar.
Entonces el niño se fue y trajo más dinero, pero el vendedor le dijo que aún era insuficiente, el gatito pensó que era porque como podía hablar seguro valía muchísimo dinero, entonces decidió ya no hablar nunca más. Así fue que pasaron los días y el vendedor venía a hablarle al gatito todos los días, pero el gatito se quedaba mudo. Un día el niño regresó con su papá y el vendedor le ofreció un precio menor.
El papá del niño compró al gatito y el niño lo llevó a su casa. El gatito pensó ahora soy feliz y pensó que ya podía hablar. Entonces le quería decir al niño que lo quería mucho y solo pudo decir: Miau Miau.
Autor: Sebastian Jarok (8 años)
Fin
Foto tomada de acá: